Maria Câncio | Lawyer
El pasado mes de septiembre, el Gobierno español anunció un nuevo impuesto sobre el patrimonio, que se aplicará en 2023 y 2024 a los residentes fiscales españoles cuyo patrimonio supere los 3 millones de euros (el denominado Impuesto Solidario sobre Grandes Fortunas).
Por esa razón, muchos de los contribuyentes españoles con grandes fortunas pueden ver a Portugal como una oportunidad, no solo por la razón geográfica obvia sino también por las ventajas fiscales que Portugal tiene para ofrecer.
Aunque no existe un Impuesto sobre el Patrimonio en vigor en Portugal, ciertas expresiones de riqueza también están tributadas en Portugal, a saber:
El adicional del impuesto municipal a la propiedad (v.g. Adicional ao Imposto Municipal sobre Imóveis – “AIMI”) se aplica sobre la suma del valor de los bienes inmuebles propiedad de un contribuyente, de la siguiente manera:
Sucesiones individuales e indivisas:
Nota: Hay una deducción de € 600.000,00 por herencia individual/indivisa a la base imponible.
Personas jurídicas:
Las propiedades clasificadas como “de servicios”, “comerciales o “industriales” no están sujetas al AIMI.
Para bienes inmuebles de propiedad a través de una empresa con sede en una jurisdicción o región clasificada como lista negra, se aplica una tasa AIMI agravada de 7,5%.
El impuesto único sobre sucesiones/donaciones en Portugal es del 10% sobre el valor de los activos transferidos (independientemente del montante de la transferencia de patrimonio) y solo las transferencias gratuitas de activos a favor de personas físicas están sujetas a impuestos.
Al tipo impositivo único del 10% se devenga un tipo impositivo del 0,8% cuando se trata de bienes inmuebles.
El impuesto de sucesiones se debe siempre que los bienes estén situados en territorio portugués, independientemente de la residencia de los beneficiarios de la respectiva transmisión o de la residencia del autor de la transmisión.
El impuesto de sucesiones lo pagan las personas a las que se transfieren los bienes, pero para ciertos beneficiarios existe una exención fiscal (por ejemplo, el cónyuge supérstite o pareja de hecho, los hijos, nietos, padres y abuelos del autor de la transmisión están totalmente exentos del impuesto de sucesiones).
Este es un punto muy importante que aumenta el atractivo de Portugal como destino prime, pues no existe impuesto sobre sucesiones o donaciones sobre activos que no se encuentran en Portugal (por ejemplo: cartera financiera, propiedades, efectivo, etc.)
El Código del Impuesto sobre la Renta de las Personas Físicas (“PIT”) portugués prevé actualmente una diferencia entre las ganancias de capital a largo plazo y las ganancias de capital a corto plazo, sometiéndolas a diferentes formas de tributación.
Las ganancias patrimoniales a corto plazo se suman a los restantes ingresos del contribuyente y estarán sujetas a tipos impositivos progresivos (que pueden llegar hasta el 53%) si la base imponible es igual o superior a € 75.009,00 (incluidos los ingresos a corto plazo).
Paralelamente, Portugal tiene uno de los regímenes fiscales más competitivos para los no residentes, el Régimen de Residentes Fiscales No Habituales (“RNH”) y este régimen es la razón por la que muchos contribuyentes españoles adinerados pueden ver Portugal como una oportunidad de residencia fiscal, como mejor referido anteriormente.
Algunos beneficios del Régimen NHR en Portugal son:
Una persona física puede beneficiarse de este régimen durante un período de 10 años a partir del año de su registro como residente fiscal en Portugal.
Si tiene más preguntas sobre este tema,
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